Al abrigo del sol

Testigos silenciosos

De frente, espalda o perfil,

seriamente y con oídos dispuestos

en la quietud de la materia,
estos testigos silenciosos,

que alzan su mirada en el verde de las plazas

encuentran en los ancianos sosiego,

en los pájaros canciones,

en los amantes, futuro.

Paraíso Botánico

Pacífico Centenario

En el sosiego de la tarde y la risa de los niños,

furia del cielo, quiebra la calma.

Tres ventanas de Buenos Aires

Potlach

Sereno,

el amanuense

medita

en las monedas doradas
que lleva en

su bolsillo.

Juega

con ellas,

uno o dos juegos
y las arroja

al acantilado.

Ezequiel Ambrustolo. Teoría del amanuense.

Buenos Aires

Ni de mañana ni en la diurnalidad ni en la noche vemos de veras la ciudad.
(...) La mañana es una prepotencia de azul, un asombro veloz y numeroso atravesando el cielo.
(...) La noche es el milagro trunco: la culminación de los macilentos faroles y el tiempo en que la objetividad palpable se hace menos insolente y menos maciza.
(...) La tarde alista un fácil declive para nuestra corriente espiritual y es a fuerza de tardes que la ciudad va entrando en nosotros.
Jorge Luis Borges